Todo lo bueno se acaba, queramos o no. Los días
felices se convierten en rutina; los amores no son para siempre; las amistades
van desapareciendo con el paso de los años, hasta que te das cuenta que los
amigos los cuentas con los dedos de una mano y aún sobran algunos; los sueños
se acaban cuando despiertas; poco a poco te vas haciendo mayor y dejas de lado
eso de qu tu mayor preocupación sea a qué juego jugar hoy…
Que sí, que todo lo bueno
acaba, pero si no sacas una sonrisa todos los días y miras la parte positiva de
las cosas, no te darás cuenta de que todo lo bueno que se va deja lugar para
que algo mejor entre.