Siempre que
queremos algo, esperamos a que venga a nosotros como por arte de magia.
Esperamos que un milagro ocurra y todos nuestros objetivos sean alcanzados.
Somos capaces de dejar de hacer cualquier cosa con tal de no hacer un pequeño
esfuerzo. Por no hacer nada, ni siquiera pensamos que todos los esfuerzos
tienen su recompensa y que cualquier cosa que hagamos tiene una consecuencia,
que no sea inmediata no implica que no la vaya a haber. Así que, coge tus ganas
y tu objetivo, planea cómo conseguirlo y consíguelo.