El
último día del año sirve para ver quién merece la pena para este
nuevo año. Si no ha estado contigo, si no te ha deseado un feliz
próspero año y no espera que sea a su lado, no merece seguir
presente en tu vida. “Año nuevo, vida nueva”, no la
desaproveches, proponte nuevas metas, nuevos retos. No des la vida
por alguien que no sería capaz de aprovechar un día a tu lado, así
que si no es él, ya será otro. Sal ahí afuera a comerte el mundo,
no te pintes los labios, que no hace falta dejar marca, pero ponte tu
mejor conjunto, sal pisando fuerte y con la cabeza bien alta, que la
corona no se puede caer. Cuando lo veas por la calle y te vea
sonriendo, espera a que diga “antes sonreía gracias a mí” y se
arrepienta de haber dejado escapar a la que que fue única con él,
la única que necesitaba y entonces, serás tu la que no querrá
seguir con él y le harás aprender una lección.