Llevamos chupete
hasta que por fin nos crecen los dientes. Llevamos pañales hasta que aprendemos
a usar el orinal. Balbuceamos cosas sin sentido hasta que nos enseñan nuestras
primeras palabras. Apretamos la mano de quien nos la da hasta que nos sentimos
lo suficiente mayores para poder estar solos. Nos caemos una y otra vez hasta que
aprendemos a caminar… Ahora, siendo “mayores” hacemos cosas parecidas:
necesitas el móvil u ordenador para estar tranquilo, te inventas palabras
cuando estas con amigos, necesitas su presencia para estar feliz y no sentirte
sola, tropiezas y te caes con la misma piedra mil veces hasta que aprendes a no
cometer los mismos errores…
Te crees que eres
mayor, que no volverás a cometer los mismos errores del pasado… Siento decirte,
que eso no es verdad.