Seguidores

¿Por qué llamar pequeña a la persona más grande que conoces?

Yo no soy de las típicas que buscan un príncipe que les ponga mensajes de “Buenos días, princesa” sino alguien que me ponga “Buenos días dormilona, ya empezaba a echarte de menos”. Tampoco busco al típico príncipe perfecto, sino un imbécil que me guste y me saque sonrisas las 24 horas del día; que me quiera tal y como soy y no quiera cambiar nada de mi. Alguien que me haga estar celosa por nada y que me llame pequeña, aunque para él sea alguien muy grande. 

Que hay días tontos y tontos todos los días

Soy de esas que tienen días tontos y que ve a tontos todos los días. De esas que se ilusionan con un “hola” y no tiene el orgullo de dejar de hablar para esperar a que él lo haga. De esas que siempre quieren algo más y no se conforman con nada. De esas que tienen un armario lleno de “no sé que ponerme” y “mi ropa es de hace 1000” aunque sea de la semana pasada. De esas que ama ir de fiesta y conocer a mucha gente y hacer muchas locuras. De esas que no somos “cualquiera”, de esas que vale la pena conocer, sólo para conocer a alguien diferente al resto pero a la vez igual que todos. A alguien que te saca una sonrisa verdadera y que no permitirá que una lágrima de tristeza caiga por tu mejilla.

  
El que la sigue la consigue? No creo… ¿Quién te quiere te hará llorar? Pues prefiero que no me quieran ¿Quién todo quiere todo lo pierde? Depende de lo que se busque ¿Más vale malo conocido que bueno por conocer? Yo prefiero conocer buenos amigos a tener enemigos conocidos; porque amigo reconciliado, enemigo doblado; porque no sabes quien puede cambiar tu vida a mejor y quien puede meter la pata hasta el fondo y joder todo tu presente. 

El que algo quiere, algo le cuesta.

No todo lo que se dice es verdad. Que aunque algunos digan blanco cuando dices negro, es solo para llevarte la contraria. Que muchos dicen que no se vuelve a tropezar con la misma piedra y yo llevo tropezando con las mismas toda mi vida. Que los “para siempre” siempre se acaban. Que no todo el que te dice “te quiero” lo siente de verdad. Que las ensaladas también engordan. Que un dulce de vez en cuando no te va a convertir en obesa. Que el que arriesga, no siempre gana. Que no todo el que sonríe es feliz, pero sí que es fuerte. Que la perfección existe, pero tienes que aprender a verla aun viendo defectos. Que los imposibles no existen, en todo caso son improbabilidades, pero el que algo quiere, algo le cuesta, ¿no? 

Princesa, levanta la cabeza que se te cae la corona

Buenos días princesa. Hoy va a ser el mejor día de tu vida. Tal vez no tengas un príncipe azul a tu lado y puede que tampoco vivas en un castillo de princesa. Pero, ¿te digo una cosa? Tienes que disfrutar el día a día, porque vida solo hay una; porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa; porque tu príncipe azul te está esperando en algún castillo; porque si te caes, te levantas y sigues tu camino con la cabeza bien alta porque, princesa, se te puede caer la corona; porque si tú no crees en ti misma, ¿quién crees que lo va a hacer?